La mejor manera de alojar a las ardillas listadas es en un amplio recinto
exterior. Pueden soportar las inclemencias climatológicas perfectamente
(es más, toleran peor el calor que el frío). Les desagrada
especialmente la lluvia en época fría. Para las jaulas internas, tendremos que recurrir más que
probablemente a buscar una jaula amplia para psitácidas, puesto que las
jaulas para roedores que encontramos en el mercado no suelen tener las
dimensiones adecuadas. La separación entre barrotes deberá de ser como
máximo de 1 cm. Es preferible que los barrotes sean horizontales a los
verticales, puesto que proporcionan más superficie para trepar a los
animales. También tendremos que prever una rama para que nuestra ardilla
se pasee por ella. Deberá de haber un refugio para el animal. Las cajas
de nidificación para agapornis o carolinas han demostrado ser útiles.
Hay que colocar el refugio a cierta altura y de tal manera que sea
accesible desde la rama.